Willard Sterling Boyle - De la exploración espacial a nuestros bolsillos
Willard Sterling Boyle - De la exploración espacial a nuestros bolsillos
Willard Sterling Boyle - De la exploración espacial a nuestros bolsillos
Willard Sterling Boyle nació el 19 de agosto de 1924 en Amherst, Canadá. Primero fue educado por su madre, que le enseñaba en casa. No fue hasta los 14 años cuando fue trasladado al Lower Canada College de Montreal. Sus estudios en la Universidad McGill se vieron interrumpidos por el estallido de la Segunda Guerra Mundial - Boyle se alistó en la Marina Real Canadiense en 1943, pero sirvió en unidades británicas, aprendiendo a manejar los famosos cazas Spitfire. Pero, afortunadamente, la guerra terminó antes de que el inventor finalizara su formación. Tras la guerra, retomó sus estudios para completar su doctorado en su universidad en 1950.
Willard Boyle - el láser y la conquista del espacio
Como muchos otros inventores famosos, Willard Boyle hizo carrera en los Laboratorios Bell, donde empezó a trabajar en 1953. Nueve años más tarde, consiguió crear uno de los primeros láseres. Se trataba de un proyecto basado en el rubí que funcionaba ininterrumpidamente. En los años siguientes, también participó en la investigación de otras tecnologías, creando el primer láser semiconductor. Sin embargo, sus mayores logros aún estaban por llegar, ya que el inventor se interesó por la exploración espacial. Fue asignado a un equipo que apoyaba los programas de la NASA. Entre otras cosas, Boyle ayudó a seleccionar el lugar de aterrizaje de las misiones Apolo, pero aún más importante fue su trabajo sobre los sistemas de grabación de imágenes. Fue este trabajo el que dio origen a la matriz CCD. Se trata de una matriz de elementos sensibles a la luz que convierten la cantidad de luz incidente en una señal eléctrica que puede leerse y almacenarse como archivos de imagen. Un dato interesante es que se dice que el primer concepto de este elemento se creó tras sólo una hora de tormenta de ideas. Inicialmente, el CCD se utilizó en la exploración espacial, incluidas las sondas enviadas a Marte y el telescopio Hubble. Sin embargo, con el paso del tiempo, su invención también se utilizó comercialmente en cámaras digitales y videocámaras.
Hoy en día, es difícil imaginar la vida sin teléfonos móviles y, para muchos usuarios jóvenes, la cámara es incluso más importante que el uso básico del teléfono móvil. Por eso no es de extrañar que el invento haya sido ampliamente elogiado. Willard Boyle (junto con George E. Smith, codesarrollador del CCD) fue galardonado con varios premios, el más importante de los cuales fue el Premio Nobel de Física.
Matriz
Las matrices optoelectrónicas, incluidos los CCD, han tenido una "segunda vida" con el desarrollo de la electrónica digital. No hablamos sólo de teléfonos y otros dispositivos portátiles, sino prácticamente de todos los dispositivos de captura de imágenes. El concepto de incorporar sensores ópticos en una matriz permitió el desarrollo de medidores de imágenes térmicas, boroscopios o sistemas de vídeo para coches. La multiplicidad de aplicaciones comerciales ha permitido el desarrollo de tecnologías de producción y una reducción significativa de los precios. Actualmente el módulo opto-sensor con lente incluso puede adquirirse en un formato destinado al estudio, compatible con Arduino o Raspberry Pi. Asimismo, las posibilidades de procesamiento digital en tiempo real han aumentado, aunque sólo sea a través de bibliotecas como OpenCV. Y aquí, por supuesto, radica la cuestión a la que nos enfrentamos cada vez más: ¿la facilidad para grabar y analizar imágenes no nos está llevando por un camino peligroso? Por un lado, mejora la seguridad; por otro, restringe cada vez más nuestra privacidad. Cuando recordamos a Willard Boyle, recordamos que su invento sirvió sobre todo para que el hombre pudiera ver por fin otros planetas y rincones lejanos del Universo. Vivir en la Tierra bajo la atenta mirada de la vigilancia es ya un invento moderno, como sacado del clásico Matrix.

